4 de febrero de 2010

Y a mi me queda por lo menos...este síndrome incurable de quererte tanto...

Desde aquel día que decidimos tomar un rumbo por separado, mi vida no tiene sentido... Los días transcurren lento y esa sensación en el pecho que te hace llorar en cualquier sitio, con cualquier canción, independiente las personas que hayan, es agobiante. Nunca había llorado tanto por alguien. De echo aún tengo la esperanza que un día de estos suene el teléfono y seas tú el que se arrepienta de todo lo dicho y vuelvas a mis brazos. Que idiotez!
Pero debo admitir que después que tuvimos esa conversación "profunda", me siento más tranquila, llevó una mochila menos pesada que hace dos semanas atrás.
Aunque eso no quita las ganas que tengo de abrazarte, sin que digas nada, sólo que me abraces. Decirte lo mucho que te extraño, que nunca antes alguien había producido algo tan profundo en mí y a la vez, me había hecho llorar tanto, ni que tampoco había necesitado escuchar una sonrisa hasta que pusiste la tuya en mi camino, no es justo estar así, tengo mucho miedo, yo sé que tú también tienes miedo.
Dejare que pase el tiempo... que decante lo que siento por ti... y llegará el día, en el que se agote la mínima esperanza de estar a tu lado, donde ya no tenga nada que perder, entonces ese día te diré que eres un cobarde, que no supiste jugartela por esta mujer que hubiese dado la vida por ti, que preferiste arrancar a mital de camino, y que te odio por aparecerte en mi camino.

Te dire que fuiste un error en mi vida, pero el mejor de todos.

Y que no me arrepiento de nada...

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